LAS ÚLTIMAS BRUJAS CATALANAS:
No vaya a creer el lector que la palabra “bruja” hace referencia ni nada tiene que ver con esperpentos televisivos o mujeres generalmente de edad avanzada que venden sus “videncias” a través de un teléfono de pago más que abusivo, en absoluto. La palabra “bruja” viene a significar algo muy parecido a “mujer sabia” y la podríamos definir de una forma rápida, como un residuo o conglomerado de antiguas creencias religiosas y conocimientos paganos, que ante el poder inquisitorial de la Iglesia, se enfrenta a Élla bajo la apariencia de pequeños o grandes ( depende del país) grupos, que más como reacción que por verdadera devoción y fé, adoran a unas divinidades ( Diana, el dios astado,etc)opuestos al dios y a los dogmas oficiales de las iglesias dominantes.
España fue lugar de brujas desde el siglo XIII, coincidiendo y si leemos a Julia Caro Baroja no por casualidad, con las persecuciones de los maniqueos que generalmente conocemos como “cátaros” y tampoco debe de ser coincidencia, que el estamento que más daños inflingió a las brujas ( y brujos, que también los había) fue la Inquisición, fundada precisamente en aquella época para combatir a los heresiarcas y sus seguidores.
De todo nuestro país, Galicia, el país vasco-navarro y Cataluña, fueron y siguen siendo las comunidades con más raigambre brujeril, y volviendo a poner en duda el factor “casualidad”, no creemos que sea ajeno al hecho de ser los tres principales enclaves megalíticos de toda la Península Ibérica.
En Cataluña, una comarca concreta se distingue con luz propia sobre las otras por su importancia brujeril: El Alt Empordá. Poblaciones como Llers se han hecho populares incluso en la literatura por sus bruixes, pero donde sin duda más raigambre tuvieron y pervivieron algunas hasta nuestra Guerra Civil, fue en la zona del abrupto Cap de Creus, el enclave megalítico más importante de España, con la hoy turística y bohemia y ayer cerrada y brujeril población de Cadaqués en cabeza.
No vamos a referir la historia de las brujas de Cadaqués y su contorno, pero sí que vamos a contar algo sobre sus dos últimas “grandes brujas”.
La más popular en toda la provincia de Girona, fue la Savanna, mujer que al parecer conoció todos los secretos de la Naturaleza y que según se creyó, debido aun extraño suceso, podía incluso convertirse en perro o lobo, y así conocemos la anécdota que nos cuenta que una noche fría de tramontana ( viento del norte), el vigilante nocturno del pueblo, un hombre de aspecto fiero y corazón de león, al que llamaban “caramarcada” debido posiblemente a una infantil viruela,y que era famoso por no temer a nadie, fueran bandidos, brujas o al mismo diablo, se dio de bruces con un enorme perro, parecido a un lobo, que le gruñó y enseñó los largos colmillos, el “vigilante” en lugar de amedrentarse, le lanzó con toda la fuerza de su nervudo brazo, el chuzo a la cara del fiero animal, el cual escapó corriendo en dirección al Cap de Creus, más concretamente hacia donde vivía la bruja. Al día siguiente, todo el pueblo pudo apreciar que la Savanna tenia la cara hinchada y ensangrentada y al ser preguntada aseguró que la noche antes se había caido y golpeado la cara. Su fama de bruja se acrecentó. Acostumbraba a reunierse con sus compañeras en los dólmenes que muy numerosos, existen en la zona, y principalmente en el de la “Cendrera” situado junto a una roca conocida como Forquilla del dimoni (tenedor del diablo), dicen que se paseaba por las noches a caballo con otras compañeras y que acudía a los sabats con una rapidez increible; la mujer fue temida hasta su muerte, y al suceder ésta, su fama pasó a su hija, la que sin duda ha sido la más popular de las modernas brujas catalanas, Lidia Nogués Costa, inmortalizada por Salvador Dalí y el compositor Xavier Montsalvatge como “Lidia de Cadaqués”. De buen aspecto físico, enamoró a Federico García Lorca al cual había conocido por mediación de Anná María Dalí hermana del genial pintor, perdió la cabeza por el escritor y cronista Eugeni D´Ors, fue descrita con su habitual sarcasmo por Josep Plá, su cocina llevó de cabeza a Picasso y se creyó durante casi toda su vida, que élla era en realidad, la protagonista de la obra “ la Bien Plantada” de Eugeni D´Ors.
Tuvo su propio “coven” que compartía al parecer con dos jóvenes amigas también brujas, conocidas como la “Filo” ( diminutivo de Filomena)y la “Sofía”, lo cual inspiró una de las genialidades de Dalí, pues en una ocasión decidió fotografiarse en medio de las tres, teniendo a la izquierda a la “Filo” y la Sofía, y a la derecha a Lidia de Cadaqués. Cuando tuvo la fotografía en sus manos, se la envió a Federico García Lorca, con una nota que ponía: Aquí te envío una foto en la que estoy como el Saber, a la derecha de la filosofía y a la izquierda de la “mujer”.
Al igual que su madre, acudía a buscar hierbas al campo, se alejaba con rumbo desconocido por las noches y fue la “musa” de grandes intelectuales y artistas de la zona: Dalí dijo en una ocasión:Mis dioses tutelares son, la Lidia, García Lorca y Gala.
En sus últimos años en Cadaqués, donde la gente la seguía temiendo por sus “artes brujas” vivió en la más pura miseria en una cabaña de obra actualmente en ruinas, situada a las afueras de la población,y que hasta hace algunos años era evitada por muchos de los habitantes del pueblo, y desde allí al parecer se desplazaba al cercano Puigvaqué a celebrar sus reuniones con sus “colegas” de Llançá, Port de la Selva y La Vall de Santa Creu, todas éllas poblaciones del Cap de Creus.
Tachada de enferma mental, fue ingresada en el geriátrico “Casa Gomis” de la población de la Agüllana, donde pasó los últimos años, hasta su muerte a finales de la década de los cuarenta.
Aún hoy, las gentes de aquella zona, intentan no hablar de estas “últimas brujas” del Empordá, y solo algunas personas muy mayores recuerdan a la Lidia y la Savanna, salir solas y de noche hacia las cercanas montañas, para, se “supone” reunirse cerca de algún dolmen o menhir y celebrar sus “sabats” que fueron sin duda los últimos de “verdaderos” que se celebraron en la tierra ampurdaneza(1)
Miguel G. Aracil
(1) Para más información, ver La Cataluña bruja de editorial Bastet.
www.editorialbastet.com