Cuando encuentras en la soledad la Libertad y tranquilidad.

Tras casi cuatro meses cerrado, ayer celebramos una nueva cena en el «Spa del Vampiro Cabreado». En esta ocasión con la simple asistencia de mi esposa y mía. Otros amigos, de los pocos que no me he sacado de encima, por aquello de soltar lastre y dudar que fueran amigos, y no simples conocidos, tenían temas profesionales y, mi hija y su ya esposo, estaba de viajes de novio.

Cuando decidí jubilarme, cosa que yo no quería, y que ganó terreno tras asistir como ponente al homenaje In Memóriam (me reservo mi opinión) a un viejo compañero, padre de la ufología y el submarinismo patrio, uno de los nuevos mandamientos que me prometí fue el de VIVIR LO MÁS TRANQUILO POSIBLE, alejado de gran parte de los que fueron amigos , amistades o compañeros de mi sector profesional ( uno de los dos que siempre he tenido, el otro es más bizarro y noble) y, así, como moderno anacoreta, poder pasar los años que me quedaran, leyendo, o en plena Naturaleza practicando el » bushcraft», el » survival» y el buceo, y, marcando líneas rojas con muchos que, hasta entonces había tenido cerca. En alguna ocasión por simple interés de ellos, que no mío.

Ayer por la noche, con la barbacoa encendida, las estrellas por techo, y los escasos cantos de unas pocas aves nocturnas que por allí volaban libres , hice un repaso a estos casi 17 meses de jubilación

Han sido más positivos de lo que me pensaba. Al principio fueron duros.

Lo consulté en un principio con un famoso psiquiatra extranjero conocido mio en plan amiguetes, y no por ser su paciente, que jamás lo fui, aunque, si hubiera sido el caso tampoco pasaría nada ( si hubiera sido un psicólogo ni caso, ya que, con todo el respeto, no creo en dicha ciencia).

Mi conocido , hablando de mil cosas distintas. alguna incluso problemas suyos, me dijo con su peculiar acento » Búscate algún aliciente , Miguel, que , alguien que es culo de mal asiento como es tu caso, necesita tener cosas que hacer y algún aliciente en tu nueva etapa»

Así lo hice y, aunque me costó, en un trimestre me había adaptado a la nueva etapa vital, supongo que la última de mi ya veterana vida.

Cerré el grifo de » hacer favores sin motivo» a gente que apenas conocía o que conociéndolos eran verdaderas rémoras e interesados puros. Me alejé de gente que consideré nocivas y nada me aportaba.

Durante este casi año y medio han pasado cosas dolorosas, como una delicada operación quirúrgica, llamémosle » carnicería quirúrgica»a mi mujer, de la que el el HGP ( «La ostia, oye pues, Patxi») del cirujano aseguró que tardaría sobre medio año en poder hacer vida » más o menos» normal( hecha por otro médico en dos meses estaría como nueva). Algunos roces con examistades, y, dentro de lo que me permiten las leyes de la jubilación, haber publicado algún trabajo ( creaciones artísticas se les llama ahora, según me dijeron) han sido la única » estela profesional».

Ya totalmente hecho a la idea que soy un jubilado, eso sí, con muy buena preparación física, me agarro a los poquísimos amigos que he «salvado» de la quema, mis varias amistades, con los que me gusta, de vez en cuando hablar, tomar algo, cenar o comer si se precisa, y a mis pasiones: La Naturaleza, los animales, ante todo mis adorados gatos, y, el poder salir al monte con la confianza que tengo en qué, con un cuchillo( siempre full tang), un » firesteeel», 20 metros de paracord (EEUU, nada de Made in China) y un cazillo de aluminio, puedo ser tan independiente y libre como las aves nocturas que esta pasada noche sobrevolaban el privilegiado Spa del Vampiro Cabreado, antaño con bastantes comensales, actualmente con apenas media docenas o poco más de miembros( ayer sólo mi esposa y yo).

Dicen que los años curten el alma. Como ateo que soy, no tengo alma, pero sí me ha curtido, endurecido diría yo, el corazón y la mente. Y busco en estos años que me queden de vida, TRANQUILIDAD Y LIBERTAD, algo que, lo tengo muy claro a mis 68 tacos recién cumplido, sólo se consigue, al menos en mi caso, siendo lo más anacoreta posible

Tarde de elecciones. Por el amor eterno que siento a España, espero poder dormir tranquilo esta noche

Como siempre digo, » mejor que te tomen por un borde que por un gilipollas»

Jubilación: Tranquilidad, Libertad y cortando amarras

La tranquilidad y la Libertad no tienen precio.

Cuando no hace tanto me jubilé, me puse dos objetivos: tener tranquilidad y Libertad

Una manera de conseguir la tranquilidad era sacarme de encima toda la gente «interesada» que me pudiera rodear. Empezando por lo que, hace años, denominé » El Spa del Vampiro Cabreado». Unas cenas al aire libre en las que mi esposa se dejaba las horas cocinando para muchos a cambio de nada. Reducí drásticamente el número de «miembros».

Otra era la Libertad de no dar explicaciones a nadie. Y, más o menos, lo he conseguido. De hecho creo que lo he conseguido totalmente.

Del que fue mi mundo profesional, sigo manteniendo cierta relación social y de amistad con unos pocos. De hecho los puedo contar con los dedos de una mano y quizá me sobre alguno. Eso no quita que, si en una conferencia, congreso o charla o ponencia me encuentro con algunos nos vayamos a tomar unas birras o incluso a comer o cenar. Pero, por lo demás, he ido cortando amarras con gente que ya sólo son pasado, con recuerdos buenos o malos, dependiendo de la situación..

Un conocido mío, famoso psiquiatra extranjero (con algún gran premio profesional en Inglaterra), residente en Barcelona, ( no, no iba a visitarlo profesionalmente para mi, sólo para charlar un rato, aunque NO pasa nada por ir al psiquiatra si lo necesitas, y de momento no es mi caso) cuando le comenté que me había jubilado me dijo: «Búscate algún aliciente, pues eres ‘culo de mal asiento’ y necesitas seguir siendo hiperactivo; hazlo por tu bien en todos los sentidos». Mis alicientes son , al igual que antes, la Naturaleza, las actividades que en ellas realizo (montañismo, «survival», bushcraft, «traker») y el buceo, y, siempre, pues eso es sagrado incluso para un ateo como yo, LOS ANIMALES.

Al principio me costó y sentía cierto complejo por lo de » jubilado», aunque, con la ley en la mano, puedo seguir «creando intelectualmente» hasta ciertos topes. Pero eso ya es cosa de mi gestor y abogado que lo controla.

Desde adolescente he tenido una gran facilidad para mandar de «coprotravel» (a la mierda) a quien me ha tocado las narices. Ahora es algo que ya hago habitualmente y de forma merecedora de un «Record Guinness«.

Me gusta pasar un rato hablando y riendo con alguna amistad o compañeros, y contarnos cosas y repasar los distintos dos exmundillos profesionales; aunque, ya nada es como era antes.

Me gusta, junto a mi esposa, quedar a cenar, de vez en cuando, en casa con un par de parejas con las que continúa la misma sincera amistad que antes. Pero poco más.

Los años que me queden de vida, que no creo que sean muchos, debido a mis actividades de asueto (cualquier día me quedo en los fondos marinos o me despeño por un barranco) los he programado para poder disfrutar de esos dos LUJOS: la Tranquilidad y la Libertad.

Cuando veo a pobre gente que casi mendiga » amistades» me pregunto hasta qué punto conseguirán nunca ser LIBRES, ya que, en ocasiones, las mejores amistades son las soledades de cada cual.

Mientras en la cadena escucho a Kítaro, cierro esta pequeña entrada en mi blog, el cual ya tenía muy abandonado.

Aprovecho, por si no nos leemos antes, para desearos una Feliz Navidad que, con mi jubilación, y tras años de apenas celebrarla, este año sí la voy a celebrar con mi mujer, mi hija, mis «hijos y nietos de cuatro patas» y, con los pocos amigos que han pasado el filtro tras más de 43 años de profesión y mucha relación social que, en su momento, » terciaba».

Miguel G. Aracil ( ahora «ex» de muchas cosas, pero jamás ex de la sinceridad, de la búsqueda de la Libertad y la Naturaleza y los animales y siempre fiel al compromiso con mi país: España)