Bienvenido otoño . Benvinguda tardor
Bienvenido otoño, benvinduda tardor.
——Bienvenido otoño, benvinguda tardor—–
Hoy empieza mi estación preferida, ¡otoño!.De jovencito suponía regresar a las excursiones con los scouts ( Scouts-Exploradores de España, lógicamente) y «cambiar» la » novieta» del verano por la de otoño, Que me perdonen las feministas que me lean, pero eran otros tiempos de machismo despreciables y malechor y denunciable y tal y pascual y fachendas malcarados y caníbales… para los actuales woke, claro …
Ya adulto y desde hace cuatro décadas, suponía presentar algún libro cada octubre y ponerme a trabajar en el siguiente.
Lo hacía con gran ilusión, pues disfrutaba escribiendo, y, por qué no—la hipocresía NO está entre mis muchos defectos— suponían los derechos de autor—eran tiempos de editores serios y profesionales que pagaban dos veces al año sin tener que perseguirlos para que te manden las liquidaciones, o que sólo cuiden a los que les lamen sus aposentados traseros—una buena parte de mis ingresos, ya que, ser escritor y no cobrar por tus libros sigo todavía hoy sin entenderlo y, me repele.
Ya no te digo PAGAR para que te editen… aunque sea legal y muy comprensibleen estos malos tiempos.
Eran tiempos alegres, con los amigos, los compañeros, y lo que fuera, y mucha Naturaleza, fuera con los scouts ( de España, claro, no de los otros de la » seba»…) o quien fuera.
Con los años, y cuando el 69 es algo más que una postura del Kama-Sutra, concretamente tu edad, casi todo ha ido quedado atrás, menos mi amor por la Naturaleza; y qué mejor estación que el otoño, con su variado cromatismo vegetal, para disfrutar de la Madre Naturaleza.
La novedad de este año será que, en muy pocas semanas seré abuelo ( «Marina» se llamará y está casi llamando a la puerta), para mis «peques» jienenses Atila y Nessmuk será su primer otoño–y el primero sin mi amado «Puma»—DEP—, y estar ya plenamente en mi nuevo ciclo vital—- » bolardo» se llama—, por el cual me encierro en mi mismo y pongo bolardos y puertas a casi todo y a casi todos.
Eso no quita que me relacione con algunos, que me vea con algunos otros, pero cada vez de forma más menguada.
Lo primordial es que, el otoño, ¡divino otoño! ya ha llegado, y la Naturaleza, por mucho que cambiemos los humanos, sé que estará allí, sea para recoger castañas, «bolets» (setas), o simplemente hacer largas caminatas y excursiones o algún vivac (pese a mi edad) solo o conmi esposa, y practicando el «bushcraft» como verdadera «terapia natural».
Mis niños gatunos Vlad, Nessmuk, Atila y quien esto escribe os deseamos de todo corazón un feliz otoño, la estación más mágica del año…al menos para mi.