Me horroriza pensar que algunos juegan con el pan de los demás. En este caso con su trabajo, que es lo mismo
Recuerdo, pues los conocí bien, a cuatro sujetos que encajan en el tema.
Como dicen que existen las «dos Españas», aunque creo que existen 47 millones de Pieles de Toro, ya que no hay dos españoles ( separatistas y Willi Toledo incluidos) que piensen igual, pondré dos ejemplos por «barba».
Empezaré con dos líderes sindicales, anarquistas en este caso, que trabajaban en la empresa Catalana de Gas y Electricidad. En cuyo equipo, o en uno de ellos, de fútbol, yo daba patadas ( era defensa)corría, y era muy mal jugador, aunque, tampoco vivía de ello.
A uno de ellos le llamaban Pepe el «porros» y no hace falta explicar la razón. Al otro , Antonio el » Durruti» o el «kurdas» y no por su origen kurdo, sino por las tajadas que, día sí, día también, cogía en los bares del barrio del Buen Pastor, o Bon Pastor.
Ambos tenían cómo obsesión » reventar la empresa explotadora» y que, todos sus «obreros» ( la palabra trabajadores les sonaba a burgués) tuvieran la » deseada y merecida Libertad» ¿el paro?.
Lógicamente, los trabajadores, empezando pro mi difunto padre, los mandaron a tomar por saco.
Las razones eran obvias: No querían perder su puesto de trabajo y, además, los dos » carajilleros» ( peyorativismo utilizado para designar a ciertos líderes sindicales que no hacen nada positivo)jamás acudían o participaban en las huelgas que sus » hermanos» de CCOO, UGT, CSUT, SOC y otros sindicatos organizaban.
Antonio el «kurda» me contó un día, que iba más mamado de lo habitual,que, si iba a trabajar no le descontaban el día de huelga.
Uno, Antonio ( el «Durruti»), se jubiló y se fue a vivir a su chalet de la comarca del Penedés, con su muy beata esposa y a seguir cultivando sus transaminasas.
Del segundo, que había jugado a fútbol conmigo pues era más joven, sé que obtuvo un puesto de «liberado» pero tuvo problemas ya que, de los porros pasó a mierdas peores y, acabó muy mal. Me dijeron que era un zombie con el «Marca» en la mano, aunque dudo que, tan siquiera lo leyera. Y mucho menos un libro
Ahora disparamos hacia el «capital».
Juan, cuando vivía en su Almería natal, o Joan cuando, con 14 años vino a Cataluña, era uno de los tíos más disciplinados, inteligentes y serios ( antipáticos) que he conocido.
Casó con una vecina mía del Poble Sec ( barrio de BCN, cuna de los Aracil desde 1870 y de Serrat o los Amaya)de la que recuerdo perfectamente los chiste que hacíamos de adolescentes en honor a sus impresionantes delanteras. Alguno las veía y subía corriendo a su casa, con la escusa de ir al lavabo…Claro que éramos chavales muy jóvenes.
Fuimos bastante amigos.
Sólo llegar a BCN, concretamente a Cerdanyola del Vallés, aprendió catalán, estudió y trabajó cómo un poseso, y, con 22 años y terminada la » mili» acabó económicas, estudió en ESADE y, pocos años después era un muy alto ejecutivo del ramo del «motor»
Su obsesión y su especialidad era el «despido» de los trabajadores ( la palabra » obrero » no la utilizábamos ni él ni yo)hasta llegar a ser algo patológico.
Una noche de verano hace 34 años, en una localidad costera de Tarragona ( Torredembarra), estando con mi esposa, mi difunta madre y una exnovia mía, (de cuando quise cursar la carrera militar)vi que Joan estaba en una especie de estado catatónico.
Le pregunté qué le sucedía y, en una de las pocas ocasiones en que le vi sonreír en su vida me dijo: » estoy calculando la cantidad de gente que mandaré al paro cuando termine las vacaciones»
Le solté un » piropo» y me dijo, lo recuerdo perfectamente: «Pensaba que también eras de A.P. ( Alianza Popular) cómo yo, y me estás resultando un » rojo»». Nos discutimos y fuerte
Pocos años después, y, tras nacer mi hija, quizá por celos ( no podían tener hijos) o por la razón que fuera ( políitica no podía ser, pues ambos tocábamos por aquel tiempo la misma cuerda) dejamos de hablarnos y, sólo he vuelto a saber de su esposa por el FB. Aunque sé que se hizo rico y tiene una torre en la costa.
Yo, no es que sea precisamente un » rojo» cómo me piropeó Joan, pero, prefiero pasar apuros para llegar a final de mes con mi profesión de » junta letras» que vivir de despedir al prójimo ( si no lo merece, claro)
El último caso es el de J.M.
Lo conocí hace casi 30 años, cuando él, uno de los hombres más inteligentes ( y estúpidos y maleducados) que he conocido, era un pequeño dirigente del «COCO».
Cuando lo despidieron, al igual que a sus compañeros, se puso a trabajar de una manera ejemplar y, pocos años después tenía una mediana empresa y, años más tarde era un gran empresario, con delegaciones en Italia y la China.
J.M al contrario que Joan, es separatista, proetarra y, se define, siempre lo ha hecho, de la » izquierda más dura», aunque sus trabajadores se contaban por decenas mensualmente.
La última ves que cenamos juntos, ya en la Costa Brava, me comentó que la aquella misma semana marchaban de viaje varias semanas, él y su andaluza esposa, al sur de África, en un carísimo viaje, que, les costaba lo que yo no gano en un año » juntando letras» .
Le pregunté por su trabajo y sus empresas. Me dijo que, al regresar de su largo viaje pensaba despedir a sesenta empleados, ya que, la cosa iba mal.
Cogió su sempiterma Voll Damm ( vete tú a saber las que llevaba ya) y, siguió comiendo tan tranquilo
Yo, opuesto totalmente a su ideología política, me horroricé al pensar que, alguien pudiera tener el destino laboral de 60 familias en sus manos y, hacer una vida tan tranquila o marchar de vacaciones.
Sería la última vez que nos hablamos, pese a una amistad de casi tres decenios. El » procés» independentista, del que era y es incondicional, y, supongo que algo más, pues es todo un líder con fuerte carisma, nos ha separado y, ya ni siquiera nos hablamos
Pongo estos cuatro » personajes» cómo ejemplo de lo difícil, para mi terrible, que debe de ser, tener el » pan de los demás» en tus manos.
Yo, prefiero dormir más o menos tranquilo, aunque no siempre los números salgan, antes que tener la conciencia sucia…Aunque, mirándolo bien, tal vez algunos no tengan conciencia, o, sólo se guíen por la » boquilla» o «cuenta corriente»
Les deseo a ustedes suerte y, que no se encuentren con ninguno de estos sujetos en su trabajo; ni los «mataobreros» ni los » carajilleros»