En casa la conocemos como Juanita la » Castor», pero también por Joana » La Casta». Y no precisamente por que seamos seguidores del político populista de la coleta ( trasera) y sus «becarios» ni por que forme parte del binomio con la Susana de la famosa verbena madrileña ( La Paloma).
Lo de » castor» hace referencia a sus «piños» que parecen darle aspecto de tan laborioso animal. Lo de la » casta» por que pasados los cincuenta hace tiempo, y con unas glándulas mamarias que le podrían haber aportado muchas » Nochebuenas» seguidas, la mujer sigue virgen ( por ella reconocido con orgullo cuando habla con otras mujeres) y bajo la estrecha tutela de sus octogenarios padres.
Siempre he pensado que, como tiene más pasta que un político chorizo en Andorra, las Caimán o Suiza, más la herencia que sus protectores padres le dejarán cuando se vayan al «cajón», la «Castor», en cuanto se sienta libre, la apaña un «maromo» de los de 20 cm y amacarrados, y, la da de baja del staff de vírgenes » en espera» .
Para, seguidamente hacerle recobrar todo lo perdido ( menos la pasta que le vuele de su cuenta corriente a la del semental) en este más de medio siglo a » pan, cuchillo y crucifijo».
No soy nadie yo, pecador inmundo y ateo, para criticar a la » Casta o Castora» y la defensa de su ya paleo- himen. Queda claro esto.
Pero hoy me he enterado que, desde el Concilio Vaticano II (Canon 604 del Derecho Canónico) las mujeres que lo deseen, y sin ser monjas, pueden convertirse en » vírgenes consagradas».
Lo que consiguen mediante el correspondiente rito litúrgico ( consecratio virginum) realizado por el obispo de turno, y, con la seguridad de » quedar vinculadas místicamente con Dios» y la promesa de no mantener relación sexual alguna.
Casi no tenía ni idea del tema, aunque lo había escuchado una vez, hace casi treinta años, en la redacción de la revista Karma 7. Aunque siempre pensé que era una de las muchas bromas soeces de su hipernacionalista director ( catalá químicamente pur).
Me he quedado un poco en estado de shoc al leerlo. No tengo nada contra el conservar de por vida la virginidad sin ser monja, ni mucho menos ¡¡¡ellas se lo pierden!!!..o se lo ganan celestialmente.
Mientras lo leía, y no escrito por un cualquiera, si no por todo un Premio Planeta, Juan Eslava Galán, mi ídolo literario junto a otro compatriota, el en ocasiones chulesco y con mala leche ( por eso me identifico con él y me place) pero ilustrado Arturo Pérez Reverte, me hacía » cruces» y nunca mejor dicho.
Al indagar un poco sobre el tema he podido saber que, se calcula que en todo el mundo hay algo más de 3000 mujeres que pertenecen a este piadoso grupo. De las cuales unas 150 son españolas.
Estas virginales mujeres pertenecen a casi todas las diócesis españolas, pero, en su mayoría, a la España más septentrional y a las provincias más alejadas del mar ( ¿ será por el turismo y el » caloret»?)
De hecho en las zonas costeras hay muy pocas ¡¡¡me saco un peso se encima!!! Son más de secano.
No haré comentario » cachondo» ( y menos sobre esas honradas mujeres) sobre el tema, pero, a día de hoy me sorprende que, mujeres que no son monjas decidan seguir siendo vírgenes por sentirse » casadas con Cristo».
Es verdad que cada cual se casa con quien le da la gana o quien le dejan ( en algunos casos) o, sencillamente no se casan y, viven en » pecado» sin saber que, como ovejas del rebaño que son, aunque no hayan sido bautizadas, acabarán en el Infierno; junto a periodistas y escritores deslenguados, trabajadores en paro que, al llegar a fin de mes se cagan en el » las alturas» por no encontrar trabajo y no tener qué dar de comer a sus hijos, y, con mujeres » marranas» que venden su cuerpo por » er mandito parné» ( ver mi último artículo sobre santa Nefija, patrona de las putas en este mismo blog)
Sí, por que según tengo entendido, los políticos corruptos, los banqueros y los millonarios, como tienen mucha pasta, aunque se merecen ir al Infierno siempre pueden dar algunos sobre, o el TRES POR CIENTO de comisión, y, evitar el averno para ir directamente el Cielo, junto a las vírgenes y las buenas ovejas del cristiano rebaño.
Mi respeto sincero hacia esas mujeres que han jurado ser vírgenes de por vida; pero, sólo un consejo en caso que me lea alguna, cosa que dudo: Piensen ustedes que, muchos de los obispos y cardenales, por hablar solamente de los » mandos» , de vírgenes tiene lo que yo…Que a los quince años y en la calle Tallers de Barcelona caí en el pecado de la carne con una adolescente muy puta, de nombre Pepi la » tetuda», que, casi me violó ( y yo, pecador, me dejé, y eso que era peleón) mientras en el tocadiscos sonaba » La Mañana» cantada por Albano.
mea culpa, mea culpa.