Supremacistas de los EEUU o lo que hace la incultura y tener sólo una neurona.

Cuando escucho algunos yanquis blancos (caucásicos) hablar de racismo contra negros, judíos, hispanos…se me arruga la entrepierna.

 
En los EEUU si alguien podría cagarse en el Gran Manitú y querer echar a los invasores e inmigrantes a la puta calle, esos serían los mal llamados pieles rojas o indios, que llevaban allí cómo mínimo 20.000 (veintemil) años cuando llegamos primero los españoles, predicando la » verdadera» religión ¿? y echando algún polvo con las indias y luego los puritanos meapilas y chupacandiles de los ingleses ( el tema de los wikingos fue casual y testimonial) realizando un verdadero genocidio.
 

Pero sacar la bandera confederada ( la del » Sur» para los menos cultivados) y criticar a los judíos y el semitismo es como para mear y no echar gota o, montar en change.org una petición de firmas para darle el Premio Nóbel de

Literatura a Belén Esteban o el Premio de las Letras Catalanas a Gabriel Rufián ( ese tan chulesco de la ERC).
 
Estos descerebrados chupaporros y abrazafarolas deberían saber, a la hora de ser antisemitas y pasearse con la bandera confederada, la The Stainless Banner, que. durante esa guerra INcivil ( no existe ninguna guerra CIVIlizada) uno de los más destacados esclavistas y líder confederado, y que llegó a secretario de Estado en la Confederación ( quizá el mejor de dicho bando) con un equipo de judíos, fue ni más ni menos que el judío francés, de origen sefardita ( o sea español) Judah Philip Benjamin (1811-1884)
 
Se puede ser racista o no, depende de cada cual y de sus ideas y sinceridad ( muchos lo son y se lo callan por el » que dirán») pero, lo que es inaceptable es ser un verdadero ZOTE, abrazafarolas, matalibros, rufián e ignorante que no sabe ni lo qué, ni a quién defiende o ataca.
Jamás veremos a un gato blanco insultar por el color de su pelo a un gato negro y ¿saben por qué?: Pues por que los gatos son más inteligentes que muchos, pero muchísimos de los miembros de mi especie animal.
 
Dicho todo ello casi a finales de la canícula del año 2017, muy cerca de que, dos psicópatas, uno rojo y gordo y rematadamente imbécil, líder de un Estado-secta, y el otro alto, bocazas, inculto y prepotente, que se sienta en un despacho oval, pudiendo hacerlo en un retrete, empiecen lo que, espero, no sea la Tercera Guerra Mundial

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa