Los escritores también somos gente honrada… Bueno, la mayoría

 

Esta mañana el escritor andaluz Óscar Fábrega Calahorro se quejaba que un conocido suyo le había dicho (cito textualmente, aunque sin su permiso, pues hay una buena  relación personal):  «Es que no trabajas ya? Veo que no paras de hacer cosas y vas a sacar un libro nuevo».

El andaluz, que además de escritor es licenciado en Humanidades y hombre de palabra directa  y estocada verbal dura le daba cumplida respuesta.

Esa etiqueta que en España tienen muchos, pero muchos, sobre que los escritores somos una especie de bohemios que vivimos del aire, cómo falsamente se cree que hacen lo camaleones, a mí también me toca lo que no suena.

De hecho durante algunos años hasta tuve cierto complejo.

Hasta que no salió mi libro número quince me daba cierto “no sé que´” de comentar que era escritor. Me limitaba a mi segunda profesión, el periodismo y, sólo respondía a la cotilla pregunta sobre en qué trabajaba con un escueto: “soy periodista”.

Con el tema de los escritores sucede algo parecido a lo que pasaba en mi primera juventud al decir que eras “músico”.

Pongo un ejemplo de esto último.

Era finales de la primavera de 1970. Una prima lejana mía se vinculó profesionalmente a un conocidísimo cantante catalán, del Poble Sec (no, no era Serrat en este caso) que años más tarde se haría internacionalmente famoso, e incluso en los últimos años de su formidable carrera hizo su propia versión de “Suspiros de España” aunque luego se subió al “ tren” del separatismo, quizá por la edad o vaya usted a saber, que diría algún “ picha fría”.

Mi prima segunda (conste que yo no creo en vínculos familiares hace décadas) se llamaba Anamari y, reconozco¡¡¡mea culpa!!! tuve muchas veces pensamientos incestuosos con ella.

Pero es que Anamari podía pasar por el doble de Romina Power, la ex de Albano,  y, tenía nueve años más que yo…

Y, además, y para descarga de mi alma, que en aquellos tiempos , con quince años creía yo que tenía una, Anamari era primea segunda, pero “política” no de “ sangre”, por lo cual suponía que mis malos pensamientos tenían que ser de pecado venial, no mortal.

Además yo andaba muy “testoterenizado” a esa edad, pues debo confesarlo, aquel mismo año fui víctima de abusos sexuales. No tengo problemas en reconocerlo.

Fue una tarde de domingo en la calle de Tallers, mientras en un “comedisco” doble sonaban las canciones “ La mañana” de Albano y “ Vanessa es Isadora” de no recuerdo quién.

La “mala persona” que abusó de mi inocencia se llamaba  Pepi “ la tetas”  y tenía varios meses menos que yo, por lo tanto catorce años, pero más corridas encima que el “ Cordobés».

Aquella profanación de mi inmaculado y virginal cuerpo me marcó para toda la vida y, en mis sueños  adolescentes y algo “marranos” según los curas, me hubiera gustado que Anamari hubiera abusado de mí, al igual que hizo el putón de Pepi…Por cierto, reconozco que no me resistí pese a ser más alto y fuerte que la “tetas”…¡¡¡mea culpa, mea culpa!!!

Cuando Anamari anunció que quería vivir de la música y se iba  un tiempo a Finlandia,   sólo mi padre y yo entre toda la familia  situábamos dicho país en el mapa, entre otras cosas por mi admiración, aunque fuera un chaval, hacia  Simo Häyhä , el  mejor “sniper” de la historia, ya que dicho soldado finlandés, él solito se cargó a 700 invasores soviéticos durante la guerra finosoviética ( es que yo siempre he tenido las misma fobias y filias desde la cuna)

Ya situada Finlandia en el mapa, una parte de mi familia (que yo todavía no me había pasado por el forro) se horrorizó que aquella chica tan culta (tenía un simple Comercio y un Secretariado y Contabilidad) pudiera dedicarse o intentar “vivir de la música”.

Por suerte mis padres ignoraron el tema, pues en eso a liberales no había quién los ganara y, al fin y al cabo era una simple pariente lejana, aunque vecina de barrio ( Poble Sec, cuando estaba lleno de catalanes  y algunas personas del resto de España, no el actual) pero yo, aunque me hizo gracia eso de “ vivir de la música”, me dolió que, aquel amor o deseo platónico se fuera tan lejos.

Ahora le pediría que me mandara un par de “puukos” de acero al carbono o acero sándwich.

Por aquellos tiempos, aunque yo estaba cursando el bachiller superior y mis “horizontes profesionales” eran cursar la carrera militar, cosa que cambió años más tarde por temas “ exógenos” y me hice “plumilla”, el hecho que una persona dijera que quería ser músico o escritor, sonaba a “ gandul que no quiere trabajar ni llevar dinero a casa”.

Pasados los años, y siendo ya un escritor veterano, al menos en cuanto a libros publicados, todavía me encuentro con gente, más bien de clase no excesivamente culta, que, cuando le dices “ soy escritor” te pregunta” ¿ pero eso es una profesión o lo haces por “divertirte”?

Que España, mi España, o lo que queda de ella, no es una potencia cultural, hasta el más tonto lo sabe. De hecho sólo somos a día de hoy potencias en algunos deportes, la comida ( la mejor del  mundo) el turismo, y, por desgracia el cainismo y antipatriotismo.

Bueno, acabo el tocho clavando una pica en Flandes para que los ciudadanos de España, bueno, ahora Estado español ( Estat espanyol en TV3) cuando escuchen que alguien dice que es escritor, no le pongan inmediatamente el sello de “ gandul”, “ bohemio”, “ buscavidas”. Los escritores, y permítame el lector que, con 58 libros publicados me autotitule como tal, también comemos de nuestra profesión. Aunque, eso sí es verdad, mucho editor ( y editora) hijoputa intenta que sus autores vivan del aire…Menos mal que soy una persona muy fogeada en las actividades del “ survival” y el bushcraft, Por lo que todavía podré darme el lujo de decir “ soy escritor y puedo comer sin robar”

 

Nota del autor: Para quien me aprecie tanto que se haya quedado preocupado por mi confesión de haber sido víctima de abusos sexuales a los 15 años por una chavala algo menor que yo, confesar que,  al parecer sufrí el “ Síndrome de Estocolmo” ya que, me quedé muy “gustoso” y, sin ellos no hubiera podido pasar durante muchos años

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa