En mi primera adolescencia debo reconocer que le temía al Infierno.

Tal vez la culpa fuera de aquel cura, “mossén” Joan, que una vez por semana venía a la clase y durante media horas nos acogotaba, por no decir acojonaba, siempre con la misma “música” que podría definirse en plan coloquial muy fácil: “ si cuando vas al lavabo te la meneas, además de poder quedarte ciego y sin médula, irás al infierno”.

 

Dicho esto, semana tras semanas, se despedía con la misma frase: Pensar que por unos minutos de miel, os jugáis toda la eternidad de hiel”

 

Seguidamente se dirigía a las mesas y, a los cinco o seis chavales que éramos rubios y con ojos azules nos acariciaba el cabello y nos decía con su pronunciado acento de Tortosa” Portat be” (pórtate bien).

 

Quiero pensar que lo hacía por que le caíamos bien, y no por esa bazofia que no es rara en algunos sectores de la Iglesia y que se llama pederastia. La cual cada dos por tres suelta más casos a la luz pública. Menos mal del Papa que tienen ahora que parece querer poner freno al tema.

 

A los quince años y por culpa de una niñata tetuda de mi edad, de nombre Pepi, y más golfa que las gallinas, y dos canciones que recuerdo bien: La Mañana de Albano, y “ Vanesa es Isadora perdí el miedo a ir al  Infierno por temas sexuales…

 

De hecho aquella tarde en una guateque de la calle Tallers de Barcelona perdí hasta lo más sagrado para una mujer, pero mucho menos para un varón. Me gusta decir a mis amistades que me “violó” y yo me dejé…

 

Pero a lo que vamos.

 

Cuando uno es ateo ya no tiene miedo de ir al Infierno. Pienso que eso, el Averno, es ser padre de familia y no tener trabajo ni comida que llevar a casa.

Por lo tanto, del otro, el del Diablo y las calderas, paso hace décadas. Por eso me es igual que alguien me condene a la pena eterna, ya que los 15 años los dejé, por desgracia, atrás hace 44.

 

Cuento esto pues hoy me voy a meter o mejor autopreguntar con el Dios o Yavhé bíblico al que tanto temen algun@s.

 

Esta mañana, antes de las nueve, he visto en la vía pública donde habito un grupito de cinco personas, cuatro mayores y un adolescente que por su físico quedaba claro que eran de un país muy lejano, o países, pues no les he visto el pasaporte.

 

Estaban haciendo publicidad de la Biblia. Ese refrito que se supone que escribieron más de 40 autores diferentes durante los siglos IX y I antes de nuestra era.

Una pancarta decía más o menos: “La Biblia os hará libres”.

 

Tras esquivar educadamente a un joven trajeado que intentaba entregarme algo sobre sus creencias me he quedado con las ganas de hacerles algunas preguntas sobre “su” Biblia y su Yavhé.

Como no se las he hecho por tiempo y por que no creyeran que era descendiente del conquistador Pizarro que tanto daño les hizo, me las he guardado en la parte derecha ( es que uno no cambia…) de mi cerebro.

 

Ahora he decidido ir lanzándolas al viento para ver si alguien me las responde

 

Estas serán sólo las primeras de muchas que iré lanzando en estas fiestas navideñas, de profundo arraigo religioso.

 

Cuando el Dios bíblico lanzó su “operación Tormenta” sobre Jericó o su bombardeo sobre Sodoma y Gomorra: ¿se trataría de un agente de la CIA en prácticas bélicas?

 

Si Israel era el Pueblo Elegido de Dios-Yavhé, por qué decidió entre tanto buen territorio que hay en aquella zona, darle a sus “hijos predilectos” el único territorio que no tiene petróleo?

 

Si Dios hizo a los humanos a su imagen y semejanza¿ sería un varón o sería una mujer? Es que, como seres humanos lo somos todos tengo esa duda.

 

El el Ëxodo 3,21 Dios Yavhé ordena a su pueblo elegido que, “Despojaréis de las riquezas a los egipcios? Joder, ni el Millet…

Y, seguidamente en el Dt 20-10 les sugiere, casi ordena: “ Cuando Yavhé te entregue aquellas ciudades que Él no quiera,, pasaréis a todo varón por el filo de la espada” ¡¡¡joder qué mala leche!!! Y después el militarista y agresivo soy yo…

 

Y cuando pienso en el Diluvio Universal sí que me cabreo de verdad. Si Dios-Yavhé estaba mosca con los seres humanos hasta el punto de casi extinguirlos, qué puñetera culpa tenían los pobres animales para ahogarlos por decreto

 

Otro día seguiré con mis dudas, que hoy debo ser positivo y alegre, ya que se acerca la Navidad y todos somos hermanos, aunque algunos más bien primos.