La envidia no es sólo Made In Spain: «Misteriosos» y Ramboides

Cuando escucho que España es un país de pícaros y chorizos jamás me enfado (si lo dice un español, claro, no un guiri que en ese caso menciono a su madre y el lupanar dónde trabaja) ya que, por desgracia es verdad.

 

Si tiene usted alguna duda ponga los informativos, pero TODOS, ya que, cada uno cuenta las mierdas del otro bando y poco o nada de la que tienen sus “capos” y “paganos”.

 

Lo que sí me saca de mis casillas es escuchar aquel tópico (ya saben ustedes si me siguen que yo, de CASI todos los tópicos escapo) de “España es el país de la envidia

 

Oiga usted, que diría el “carismático” (entiéndase cómo comentario cínico) político gallego que nuca sabe si sube o baja y que pone de los nervios incluso a los suyos, ¡¡¡que la envidia no es patrimonio de nadie!!!

 

Pero voy a poner algunos ejemplos y de diferentes “mundillos”

 

Hace un tiempo, no mucho, venía de dar una conferencia de la preciosa ciudad de Toledo, algo habitual en mí, y paré en Madrid  una horas para reunirme con cuatro o cinco compañeros de trabajo y “mundillo misterioso” y tomar algo fresco.

 

Tras las bromas de rigor apareció el nombre del “Kleenex”, mote que alguien de la capital le dio a un examigo (al menos mío) que, al hacerse famoso y tal vez antes, utilizaba a sus amigos y compañeros y seguidamente se los sacaba de encima o arrinconaba. De allí el mote con el que se le conoce a sus espaldas.

 

Pese a no hablarme con aquella persona, no me gustó escuchar algunos de los comentarios que sobre él y alguna persona muy allegada se lanzaron.

 

Pensé que, aunque se los merecía de sobras, pues desde que había ascendido al Olimpo de los dioses su comportamiento podía definirse  de cualquier manera menos de “buen compañero” (exceptuando con ciertas “vacas sagradas” y  sus lameculos oficiales) lo que allí se decía podía muy bien ser fruto de la envidia por parte de algunos. Y con razón sobrada por parte de otros, entre los que me incluyo

 

Mientras regresaba a Barcelona pensaba que aquel tipo de situaciones y ataques de envidia sólo podía darse en un mundillo donde la gente en general teme decirse las cosas a la cara y, si es necesario partírsela. Pero, queda claro que no es así.

 

Mi otro “mundillo”, aunque en este caso no sea tan profesional, es el de la aventura y, muy preferentemente el “survival” (técnicas de supervivencia en la Naturaleza).

 

En ese mundillo también hay sus “vacas sagradas” y sus “vacas sensacionalistas”.

 

Entre los sensacionalistas que se forran destaca con luz propia mi “hermano scout” ( S.L.P.S.)  Bear Gryll, más conocido en el mundillo español en el que no es muy querido, cómo “Oso Parrilla”

 

Sensacionalista, con más pifias que una escopeta de feria, forrado gracias a sus programas de TV, libros mediocres y las herramientas (la mayoría Made in China) que se venden con su nombre…

No sé por qué, siempre que escucho hablar de él me viene a la memoria un examigo mío muy famoso.

 

Después están los “tipos duros” de verdad.

Los exmiembros de las Fuerzas Especiales de los EEUU que, cómo modernos Rambos protagonizan series de gran audiencia en canales de aventura, principalmente Discóvery.

 

Desde el siempre afable “hippy” que camina descalzo en plena nieve o jungla Cody Lundin, instructor de supervivencia primitiva y psicólogo, o su excompañero Dave Canterbury, supuestamente veterano militar y sníper que tuvo que dejar la serie ( Duo de Supervivientes)  por haberse inventando currículum militar, hasta el “superduro” de las fuerzas especiales de los EEUU Joseph Teti que, debido a su mal carácter y su “dureza” acabó mal con el afable y coletudo( aunque este no vende “humo” ni cobra nada de dictaduras bananeras) “hippy”.

 

Pasando por otro “duro” y exfuerzas especiales (con galones de sargento primero) de los “boinas verdes” cómo es el caso de Mikel Hawke, que protagoniza con su atractiva esposa y periodista  Ruth England  la serie “Pareja Salvaje”

 

Pues yo, que pensaba que entre estos “superduros” que, si exceptuamos al hippy ( el que mejor me cae, y mira que es raro siendo yo…) comparten músculo, cuchillo ( que yo de eso sé mucho) y profesión como militares o esfuerzas especiales, se llevaban cómo camaradas, resulta que ayer me entero que, entre ellos se denuncian, se llevan a tribunales por difamación, se joden ( perdón por la palabrota, pero al tratarse de tipos duros…) las patrocinadoras, se critican…

 

¡¡Qué decepción!!

 

Que se hubieran liado a golpes de Rándall, Ka-bar o Buck (cuchillos militares de los EEUU muy utilizados en las Fuerzas Especiales de dicho país) pues vale, pero eso de ir dándose por “cofa”, pues no. Que eso se queda para otros mundillos donde nos jodemos por la espalda y con alevosía.

 

Visto lo visto, sea por el misterio o por la supervivencia, lo que me queda claro es que, el ser humano es, y más si hay dinero y fama por medio, más envidioso que un octogenario ante una foto de cuando hizo la primera comunión.

 

Lo dicho, si buscas alguien que jamás sea envidioso, búscate alguien de cuatro patas (menos una hiena, que de esas también conozco en mi “ mundillo”).

 

Carpe Diem.

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa