El día que las dos Españas tuvieron un solo corazón: 11 de abril de 1937

El día que las dos Españas tuvieron un solo corazón: 11 de abril de 1937

Odio nuestra Guerra Incivil (1936-1939). Profesionalmente siempre me he negado, o casi siempre, a escribir sobre ella.

Me horroriza que entre españoles, nos matemos. Algo muy habitual en un pueblo cainita y visceral como el nuestro.

Tal vez por eso me guste recodar una fecha poco conocida y menos publicada de nuestra canalla Guerra Incivil.

Una mañana del 11 de abril de 1937, un batallón de legionarios se encuentra atrincherado muy cerca de una unidad de milicianos anarquistas de la CNT.
Nos encontramos en la Ciudad Universitaria de Madrid.

Legionarios y milicianos se hacen bromas con altavoces fabricados con hojalata.

En medio se encuentran los cadáveres de muchos soldados de ambos bandos, principalmente de los “rojos” que cayeron hace unos días.

El hedor es insoportable.

Los legionarios gritan a los milicianos: “hijos de la Pasionaria, veamos si os lleváis vuestros fiambres, que esto apesta””

Los milicianos les responden: “ sí, hombre, con lo cabrones que sois los fascistas nos matáis si lo hacemos”.

El capitán de la Legión Iniesta Cano les responde: “escuchar rogelios, tenéis nuestra palabra que no pegamos un tiro a ninguno si se hace”

Un oficial de los milicianos ( B.Rodrígfuez) le responde que si es verdad salga y se entrevisten ambos mandos.

Seguidamente el oficial legionario y el teniente anarco salen y se miran fijamente: El teniente se cuadra ante el capitán y le dice “a tus órdenes mi capitán” ¿lo hacemos?

Cada oficial ordena que salgan pelotones de soldados y empiecen a retirar a los cadáveres. Empiezan el duro trabajo y, curiosamente legionarios y milicianos empiezan a bromear, se intercambian tabaco (los legionarios) y papel de cigarrillos los milicianos. Corre el coñac (matarratas y saltaparapetos)

Durante horas ambos bandos trabajan juntos, e, incluso son fotografiados por algunos corresponsales de guerra extranjeros.

Se sientan, terminado el trabajo, todos juntos y se enseñan fotografías familiares. Beben, cantan y, finalmente se desean suerte.

A pocos kilómetros, sobre sus cabezas, aviadores rusos y alemanes se ametrallan bravamente desde sus “Chatos”, sus “ Ratas” o sus “Ju-87”. España es un “campo de experimentos” para lo que los hijoputas Hítler y Stalin están preparando ( 1939-1945)

Y, unas decenas de kilómetros más a la izquierda los “Camisas negras” fascistas de Mussolini y los “rojos” de la Brigada Internacional comunista italiana “ Garibaldi” llevan varios días enfrentados, insultándose entre ellos de trinchera a trinchera, pero sin pegar un tiro ( el siglos XX no fue precisamente un ejemplo para el “ heroísmo” militar italiano)

Acabó el día. Terminó la semana, Y, los anarquistas fueron relevados por una columna comunista (española) y se siguieron matando unos y otros.

Fue una pequeña luz en tres años de oscuridad y sangre.

Maldita sea la idea de quién quiso (por ambos bandos, no nos equivoquemos) y quiénes ahora QUIEREN que españoles maten ( matemos) a otros españoles. Seamos de la ideología que sea.

Para quien sea más chafardero, decir que, si por desgracia yo hubiera tenido que luchar en tan cainita guerra, hubiera tenido claro el bando escogido, aunque, llegada la finalización de la guerra los “mios” me hubieran dado el “ paseo” o la “ tapia” ( del cementerio) por ateo y liberal, sin importar que hubiera luchado CONTRA Fulano, más que A FAVOR de Sotano.

Maldita sea cualquier guerra y más la Incivil.

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa