Cuando la sombra de la Parca con su guadaña asoma, debes vivir más intensamente.

Alguien dijo una vez que, a cierta edad se vive de los recuerdos ya que, tienes más pasado que futuro. En caso que esa frase no la dijera nadie, la digo yo.

 

Desde hace años, cuando por la calle o en alguna firma de libros me encuentro antiguos compañeros, generalmente de mis quince largos años en los Scouts de España, cuando no de viejos compañeros de mis tiempos de estudiantes, ya parece inevitable que alguno te informe que, fulanito o menganito han muerto.

 

No son jamás buenas noticias pero te las tomas cómo algo que ha sucedido y punto.

 

No soy persona muy sensible en estos temas; tal vez por edad,; tal vez por malas experiencias.

 

Durante la firma de libros que me mantuvo ocupado y cabreado durante tres días hace algo más de catorce meses en el Fórum de Barcelona, coincidí con un par de compañeros ( que no amigos) de mis tiempos de scout.

 

Aquello parecía el parte de bajas tras una batalla. Sabías que Jordi, el jefe de manada ( Lobatos-scouts) murió de cáncer de pulmón?, te enteraste que Nandi murió con poco más de treinta años de cáncer generalizado?; supongo que debes saber que el golfo de Jordi Roig, el “ florecilla” murió de sobredosis ¡¡¡es que siempre fue un delincuente!!!…

 

Y así seguía el parte de bajas o “novedades” mientras yo ponía cara de amable y firmaba libros a mis lectores (y me reservaba mandar a la mierda algunos por pesados e impertinentes…)

 

Normalmente no me afectan y simplemente las lamento y las archivo en alguna parte muy profunda y perdida de mi cerebro.

 

Pero ayer, víspera de los Reyes Magos algo cambió.

 

Como cada año, mientras mi familia asiste a la cabalgata mágica y saluda a sus Majestades (es que en mi casa somos muy monárquicos hasta en eso…) yo me dedico a preparar la cena ( abrelatas tengo muchos y buenos en mi casa…)

 

Por alguna extraña casualidad, ahora tan de moda a raíz de un libro sobre el tema que ha publicado el periodista egarense Josep Guijarro y que reconozco no haber leído, sucedió algo que me impactó cómo hacía tiempo nada me impactaba.

 

Una vez preparada la cena “ fría” ( la caliente se la dejo a mi estimada esposa y compañera de mil fatigas) me senté en el despacho, y,  al entrar en google para buscar una “marcha scout” apareció, sin que tenga explicación posible, al menos para mí, una vieja y veraniega canción de cuando yo era muy joven.

 

De la canción me acordaba perfectamente, y de su letra, pero tan siquiera recordaba el grupo que la cantaba.

 

Apareció “Carmen” cantada por un casi desconocido grupo de nombre “Trébol”.

Como de internet entiendo menos que de moral y ética ciertos dirigentes políticos, no le dí más importancia, pero, recordé que aquella canción veraniega de mis años mozos siempre estuvo relacionada con una de las grandes “golferías eróticas” de mi autoría

 

Fue hace más de cuatro décadas en las doradas dunas de la muy veraniega playa de Torredembarra (Tarragona) donde la Catalana de Gas y Electricidad, por aquellos tiempos empresa todopoderosa, tenía un camping para sus trabajadores (en este caso mi padre).

 

Un amigo mío y rival en chulería, peleas y apuestas “ donjuanescas” dejamos bien alto el pabellón de nuestro país en un torneo donde, la parte masculina la poníamos nosotros dos, y la parte femenina corría a cargo de la feminidad germánica que por allí veraneaba.

 

Recuerdo que durante aquel “torneo amoroso” (menuda mierda de eufemismo) en un “ tragadiscos” portátil que teníamos a nuestro lado sonaba aquella cancioncilla alegre de Carmen. Supongo que el “tragadiscos” quedaría para tirarlo a la basura por la arena que tragó debido a los combates y revolcones juveniles que allí se dieron.

 

En nuestra pandilla, todos pertenecientes a los Explodaores-Scouts de España, Toni, que así se llamaba mi amigo, y yo, éramos los típicos rivales.

 

Tanto a la hora de “ascender” en el escalafón (aquellos scouts nada tiene qué ver con los actuales): jefe de patrulla; jefe de sección, jefe de tropa… Cómo a la hora de ligar o montar camorra (de lo que no estoy orgulloso a mi edad) Era una rivalidad más o menos sana y de “gallitos” entre dos adolescente o muy jóvenes que éramos los “key boy” o líderes del grupo.

 

Incluso en el tema de ligar la rivalidad era siempre encendida. Curiosamente éramos el yin y el yang.

Él era moreno y peludo y se le conocía cómo “el gitano”; yo rubio y con ojos azules. Él el típico matasiete del barrio de Verdún, yo otro gilipollas pero del mucho más catalán barrio del Poble Sec. Él del Real Madrid ( algo muy habitual en su barrio por aquel entonces) yo “ culé¨ de toda la vida..

Pero éramos amigos y, si se me permite la guarrada, aquel día nos hicimos hasta “hermanos de leche” (siendo el depósito o botella de origen alemán, no vayamos a pensar mal).

 

Pasaron los años y yo me casé y me hice “serio”; él, que era un golfo redomado mantenía a SUS esposas y varias queridas. Sus hijos eran de varias madres…

En eso no nos parecíamos en nada. Jugamos varios años en el mismo equipo de fútbol vinculado a la empresa de servicios antes citada. Y, con mi “escapada” definitiva al Cap de Creus a raíz del nacimiento de mi hija nos dejamos de ver.

 

De hecho la última vez que lo vi fue una noche que yo me dirigía al Paseo de Gracia para participar en un programa en Radio Nacional ( El Gran Sábat) y lo vi salir de un puticlub de la calle Muntaner…

 

A menos de dos metros de mí lo llamé ¡¡¡Toni!!!…

Me ignoró y siguió su camino.

Sólo podía hacerlo por dos razones. Por “vergüenza” al verlo salir de tan “caliente” lugar o, por que se pasaba la vieja amistad por el forro. Lo primero lo descarto totalmente, por lo tanto sólo podía ser lo segundo…¡¡¡ pues ciao, Toni, compañero de golferías y campamentos, que te vaya bonito!!!

 

Ayer, al aparecer sin que todavía tenga explicación alguna dicha canción en la pantalla de mi ordenador me quedé un tanto perplejo y me vino a la memoria aquella pequeña y juvenil bacanal en las arenas de la cálida playa. Apenas un minuto después me enteré que mi examigo y exrival había muerto…

 

Si otras muertes me dejan más o menos frío, aquella, y no precisamente por el cariño que le guardaba al viejo camarada de mil aventuras me afectó de manera impresionante.

 

Incluso cuando mi esposa me vio me preguntó si había sucedido algo…Solamente le dije que “Toni”, el de Verdún, había muerto…

 

No continúo con la historia, pero, lo que si me quedó claro es que, cuando ya vas teniendo una edad y regularmente te enteras de la muerte de aquellos que teniendo similar edad se han ido para no volver, te tienes que plantear las cosas….

 

Yo mes las he planteado esta misma noche.

 

Cuando la guadaña de la Parca ves que aparece con cierta y desagradable regularidad, sólo queda una cosa que hacer: VIVIR A TOPE LO QUE TE QUEDE DE VIDA, ya que, cuando la Parca te señala con el dedo cómo “el siguiente”, TODO se acaba y sólo el recuerdo de los tiempos felices queda…en algún lugar. O ni tan siquiera eso…

 

 

 

 

 

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa