Crónica de un libro que murió ( Cataluña., crónica negra)

ARCHIVO OCULTO DE LA CATALUÑA MÁGICA

 

 

 

Dedicatoria:

 

Si a alguien debo de agradecer el haber tenido la oportunidad de haber publicado más de cuarenta libros, es sin duda a los miles de lectores, que desde hace años compran mis trabajos.

Es curioso ver que las dos colecciones tituladas Cataluña mágica (varias editoriales) y Cataluña maldita (Editorial Bastet)han tenido en sus doce títulos publicados, una venta más o menos parecida, señal de qué la mayoría de lectores que empezaron hace ya muchos años, ha leer aquellos primeros libros sobre los misterios de nuestra tierra, han seguido mi trabajo al respecto.

A todos esos “buscadores” del misterio catalán que me han acompañado durante casi dos décadas, gracias. A ustedes va dedicado este trabajo. Podría poner los nombres de varias de las docenas de personas que me han facilitado datos para elaborar este “archivo oculto”, pero sin duda me dejaría en el tinterio el de otras personas que igualmente me han ayudado con su información, por dicha razón, solo una corta y sentida dedicatoria: Para todos mis lectores, de todo corazón.

 

 

Presentación:

 

Hace un par de años, y mientras firmaba unos libros en una conocida población gerundense, se me acercó un hombre ya maduro, rubicundos mofletes, y aliento cazallero. Se identificó como cazador y me preguntó si conocía la “pirámide perdida” que existía en un boscoso paraje de la provincia gerundense. El hecho de que en plena Girona existiera una “pirámide” ya era sospechoso, y el aliento etñilico del informante aún más. Olvidé el tema y lo consideré una más de las mil anécdotas que a cualquier escritor le ocurren en su vida profesional, y más, cuando se firman libros al público general.

Hace pocos meses, un amable cetor de nombre Ricard me preguntó sobre la “pirámide” de las Gullerías. Aquello ya no podía se una broma o un simple error, pues aquel afable lector tenía toda la apariencia en su mensaje, de ser persona seria.

Viajé al pueblo en cuyas cercanías estaba la “pirámide”, la fotografié, y pregunté sobre su propietario o “constructor”.

Con los datos en la mano,  introduje texto y fotografías en mi “fichero mágico”.

Hace algún tiempo mientras degustaba una más que mediocre cassolette occitana en un conocido restaurante de la bellísima ciudad de Carcasona, se me acercó un lector y me saludó. Hablamos unos minutos, y al final de la conversación me comentó: Si vuelve usted por la cerretera que lleva la Junquera, visite la iglesia medieval  de Argelés, quizá con suerte pueda fotografias la “rueda que asusta al demonio”. No sabía exactamente a qué se referia el simpático joven, pero de regreso a Barcelona, decidí desviarme a la medieval población e intentar saber qué era en realidad aquella “rueda” y qué relación podía tener con el demonio.

Al llegar al pueblo, nos encontramos con la desagradable sorpresa, de que la varias veces centenaria iglesia, estaba eo obras de reconstrucción y por lo tanto cerrada al público. Con experiencia de muchos años de reportero, me logré colar en su interior, y tras medio convencer al mostachudo encargado de las obras, hacer un par de fotografías a aquel centenario y extraño “instrumento musical”.

De regreso a mi despacho, volví a archivar texto y fotos y a elaborar una nueva ficha.

En mi ordenador se amontonaban fichas con otros textos e imágenes, que tenáin como denominador propio, el “misterio”, lo “insólito”, lo “maldito”, y que aunque no se pudieran encuadrar, o era difícil hacerlo, en una ruta mágica o un “itinerario del misterio” en semejanza a otros libros mios, sí que podían formar un  Archivo oculto de los misterios catalanes.

Mi mayor placer  como escritor, es poder observar como muchos de los lectores que compran mis libros, una vez leidos me envían algún correo electrónico comentando su opinión, sus “viajes al misterio” y en bastantes casos, proporcionándome información por mí desconocida y que sirve para ampliar mis conocimientos sobre los mil y un misterio que rodean a nuestra tierra. Si hojeo mi docena larga de libros pertenecientes a las dos colecciones sobre los misterios de cataluña ( Colección Cataluña mágica y colección Cataluña maldita), veo que he hecho una verdadera dicotomía entre los que han sido presentados como libros de “viajes”, para que el lector se coja uno o varios días de asueto, y  realice algún viaje por diferentes puntos de nuestra geografía, siguiendo unas carreteras, unos itinerarios, visitando aquellos lugares “mágicos” a los que me refiero. La otra “familia” de libros, han sido los que han tratado de manera monográfica un tema ( La Cataluña bruja, por ejemplo) o varios y extensos temas (templarios, cátaros, vampirismo, seres fantásticos, megalitos, etc).

Entre estas dos grandes familias, han quedado “huérfanos” unos temas que no podían ser tratados de forma monográfica y extensa, y que solo eran hasta hace poco, “fichas del misterio” en alguno de mis ordenadores. Con estos “huérfanos” he decidido elaborar este “fichero de lo oculto”, donde se mezclarán en estrecha y misteriosa hermandad, los más insólitos y “mágicos” aspectos, factores o hechos, ocurridos o existentes en Cataluña.

Como en otras ocasiones, intentaré dar a la configuración de este libro, la oportunidad de qué llegado el caso en que al lector no le interese un tema en concreto, pueda pasar al siguiente sin miedo a “perder el hilo”.

Sin duda me dejo cientos de “fichas” en el olvido, pero espero de todo corazón, que las que aquí presentamos sirvan para dar a conocer un poco más a los lectores, los misterios y los factores insólitos y “mágicos” que por cada poro de su superficie, rezuma nuestra querida y plural Cataluña.

wer: www.editorialbastet.com

 

ELNA: Biblioteca hermética en piedra.

 

Durante los casi mil años que duró la Edad Media, podemos asegurar que el número de libros que se escribieron fueron relativamente pocos, si lo comparamos con otras épocas como la Antigüedad Clásica, o la ëpoca Moderna por ejemplo.

No es que aquella gente que vivió en el mediévolo no tuviera nada que decir, si no que por alguna razón, quisieron que muchos de los temas que ellos conocían, quedaran impresos en algo más duraderon que el papel o el pergamino, y esto solo se podía hacer con un material: LA PIEDRA.

Hubo sin duda algunos temas que se intentó trasmitir a través de los siglos, pero solo para que fueran entendidos por una minoría, o si lo quieren, por una élite intelectual, y este sería el caso de lo que conocemos como “simbología medieval”, que en gran número de casos, está relacionado con las artes o ciencias, que cada cual las defina como quiera, herméticas.

En muchas iglesias, catedrales y monasterios medievales, donde el esoterismo convivía con las órdenes religiosas, los conocimientos clásicos, con la ortodoxia cristiana, y los libros eclesiásticos, con la alquimia, aquellas gentes dejaron sus mensajes en piedra, en muchos de los casos, en los capiteles que decoran y enriquezen los claustros románicos y en algunos casos, góticos.

Muchos especialistas en simbología han querido dar su particular interpretación a estos grabados y esculturas pétreas, pero son también muchos los estudiosos que reconocen que tras la “explicación oficial” a los extraños símbolos y figuras que nos observan desde hace siglos, se esconde posiblemente un mensaje muy diferente.

Son muchos los monasterios que hemos visitado, muchos claustros los que hemos recorrido, medio buscando unos minutos de paz interior, medio intentando escrutar el mensaje oculto de la piedra.

En el Pirineo catalán, y concretamente en su zona septentrional, existen varios claustros que sin duda guardan o guardaron en sus capiteles, un mensaje hermético e iniciático, que con el paso de los siglos, ha ido quedando aparcado y casi olvidado para “casi” todos. Uno sería la maravilla pétrea que se levantó en Sant Miquel de Cuixá, una obra de ese gran iniciado en arquitectura sagrada que fue el Abad Oliva, y que actualmente casi ha quedado destruido debido a la venta de una gran parte del claustro a un millonario “yanqui” de nombre Georges Grey Barnard que se llevó las milenarias piedras a los Estados Unidos (1). Con aquella disección arquitectónica, que podríamos definir como “asesinato al patrimonio”, el mensaje lítico, quedó perdido para siempre.

Algo muy diferente sucede en el claustro de la catedral de Elna, situada a media hora de La Junquera, que data del siglo XI, y que posiblemente, esté edificada sobre un antiguo templo de origen romano. Su maravilloso claustro, empezó a ser edificado a finales del siglo XI, pero principalmente en la segunda mitad del siglo XII, y sigue su avanze hasta la primera mitad del siglo XIV ( aunque sea solo una “casualidad”, indicaremos que coincidiendo con el dominio templario en el cercano y poderoso castillo de Colliure) . El románico y el gótico, se funden en un abrazo artístico perfecto, y sus capiteles, preciosamente conservados, nos están mostrando un mensaje que posiblemente “casi” nadie sabe ya leer, pero que allí está, esculpido por artistas que durante dos siglos y medio, intentaron dejar grabado un conocimiento ancestral y sagrado, que mimetizado con escenas bíblicas o de la vida de Jesucristo y la Virgen ( como sucede en la galería este, de los primeros años del siglo XIV), tienen un doble sentido, el ortodoxo y el heterodoxo. Extrañas criaturas, mitad quimera, mitad seres criptozoológicos, nos observan con sus pétreas pupilas, y parecen reirse de nuestra ignorancia.

Todo el monumento está lleno de extrañas esculturas y grabados que guardan un secreto varias veces centenario.

Aquella catedral, levantada en el “oppidum” ibérico conocido como “Illiberis”, ha sido lugar sagrado desde tiempos inmemoriales, pues a los posibles lugares de culto ibérico, le sucedieron los romanos, que en el siglo IV de nuestra era, llamaron al lugar “Castrum Helenea”, en honor a la madre del emperador Constantino el Grande. Con la caida del Imperio Romano, llegan los visigodos de Ataulfo, y el siglo siguiente, concretamente en el año 568, ya tiene sobre tu suelo, una importante sede episcopal, que no perderá su importancia hasta el siglo XVII, en que el rey francés Luis XIV, se ceba con la ciudad, destruyendo incluso sus centenarias murallas.

Para quien decida visitar esta bella localidad, aconsejar también, la visita a su museo arqueológico, levantado en el interior de la capilla de Sant Llorençs ( ¿Lug?), como perfecto complemento a un recorrido tranquilo y atento por ese claustro medieval que sin duda es, una verdadera BIBLIOTECA LITICA que guarda su MENSAJE OCULTO.

 

  • Para más información sobre este tema, ver mi libro anterior Segunda guía maldita de Cataluña editado por Editorial Bastet (Barcelona 2002)

ver: www.editorialbastet.com

 

 

 

 

 ARGELERS:Para agradar a la Virgen; para asustar al diablo; La Rueda Armónica

 

Durante el largo y oscuro periodo de tiempo que conocemos como Edad Media o Mediévolo, y principalmente a partir del siglo XI, se produce una tremenda y significativa dualidad entre el Bien y el Mal, representado el primero y principalmente por la Virgen y el segundo por el Diablo.

Este antagonismo está presente en muchos monumentos de aquella época, pero existe un hecho que por curioso y desconocido, merece ser mencionado.

Durante siglos, se construyeron objetos que tenían como función primordial, agradar a los santos o a la Virgen, a modo de votos, y otros que tenían como función primordial, asustar, o mejor aún, pues se le supone malvado, pero no cobarde, alejar al diablo o más concretamente para sacarse de encima los pensamientos insanos ( sexo, robo, mentiras, sacrilegio, blasfemia) que tanto preocupaban a los hombres y mujeres de los tiempos medievales.

De entre todos esos objetos mágico-religiosos, hay uno que ha llegado a nosotros por viejos documentos o “memoria oral”, pero que en muy pocos lugares puede apreciarse en toda su magnitud. Nos estamos refiriendo a las “ruedas de campanas” o como algunos autores denominan “ruedas armónicas”.

En Francia, abundaron en el País Vasco Francés, la Bretaña  y la Vendée, y según el investigador de los misterios franceses Bernard Duhourcau, aún pueden encontrarse casi una cuarentena de éllas ( en mejor o peor estado de conservación) en templos e iglesias galos (1).

En aquellos tiempos, parece ser que abundaron en los antiguos reinos que formarían siglos más tarde España, así como en el norte de Italia y quizá también en Portugal; pero nosotros solo hemos encontrado en tierras catalanas un caso de “rueda armónica” medieval en perfecto estado de conservación. Se trata de la que se encuentra en el bello y casi milenario templo románico de Argelers ( Argelés-sur-mer) actualmente en tierras francesas.

Sus dimensiones son considerables, 1,50 metros de diámtero, hecha de madera, y coordinada por ocho radios. Está compuesta por doce campanillas ( unos dicen que coincidiendo con los signos zodiacales, y otros con el número de apóstoles) y fabricadas de tal forma, que cada una de éllas  tiene su propio y peculiar sonido.

Una manivela permite mover la extraña rueda, que puede recordar vagamente a las ruedas de oración tibetanas, y que produce una música extraña, trascendental, esotérica, como perdida en el tiempo.

Generalemente estas ruedas se hacían girar durante la Santa Misa, y tenían dos funciones, una “oficial”, regalar los oidos de la Virgen con su armónico sonido, la segunda y más esotérica, alejar con sus acordes los malos pensamientos que el Diablo metía en la cabeza a los fieles.

Podríamos decir que era algo así como una mezcla de musicoterapia sagrada y catarsis melódica, y todo con los acordes de aquel extraño objeto, mitad instrumento musical, mitad elemento mágico, capaz de combatir al maligno y agradar a la Madre de Dios, todo a un mismo tiempo.

Sin duda, por su extrañeza y su peculiaridad, esta “rueda armónica” merece ser visitada, y con un poco de suerte ( y el permiso de los responsables del templo) escuchar su dual y misterioso sonido.

 

  • Autor entre otros trabajos, de la “Guía de los Pirineos misteriosos”, publicado en francés por Edicioneds Tchou ( colección Guides Noires).

www.editorialbastet.com

 

¿GRABADOS RELIGIOSOS O ESCRITURA MÁGICA?: Las piedras grabadas de la prehistoria

 

No será la primera, ni posiblemente la última ocasión en que defienda mi teoría conforme el hombre prehistórico, y más concretamente el habitante del neolítico, conoció alguna forma de escritura y que la dejó perpetuada en centenares de piedras e incluso sobre la superficie de muchos dólmenes y menhires.

Actualmente es de todos conocido, que el hombre de hace cinco o seis mil años, tenía la misma capacidad craneal que nosotros, y por lo tanto no es de extrañar, que conociera algún tipo de signos que formaran una antiquísima forma de escritura o comunicación.

Los prehistoriadores, dan diferentes funciones a estos grabados líticos. Unos creen que se trata de representaciones estelares, otros que servían para señalar la ubicación de un megalito, como serían, según el arqueólogo gerundense doctor Josep Tarrús i Galter (1)  los grabados cercanos a los dólmenes de la Taula dels Lladres y el de la Tomba del General, ambos en la Serra de Roda. (Girona).

No somos prehistoriadores, ni tan siquiera arqueólogos, pero tenemos serias dudas sobre dichas explicaciones “oficiales”, pues nos parecen demasiado sencillas, como “cogidas por los pelos”, muy al estilo a aquellas famosas funcionalidades que bajo el nombre de “objeto votivo” dan los arqueólogos en muchas ocasiones, a piezas que les son totalmente desconocidas y que no intuyen qué posible función pudieron tener en su momento.

En la zona conocida como el “triángulo megalítico” y del que ya hemos hablado en libros anteriores, formado por el cap de Creus, la Serra de Roda y Las Alberes, y donde se conocen más de dos centenares de megalitos, también han sido estudiadas al menos 378 ( según un estudio de mediados de 1999) piedras con grabados en su superficie, es lo que habitualmente se conoce como “rocas con grabados”.

Los símbolos van desde círculos y cazoletas, a figuras antropomorfas y cruciformes, todo ello en un “supuesto caos”.

Que en una zona de pocas decenas de kilómetros cuadrados cono ésa se encuentren signos idénticos y de la misma época, podría tener como explicación, que se tratara de símbolos sagrados utilizados por una misma tribu o un grupo reducido de clanes, para indicar unas piedras concretas, quizá sagradas y utilizadas para rituales ( de aquí las “cazoletas”), pero cuando vemos que estos mismos símbolos se encuentra a decenas de kilómetros y son idénticos ( sería un ejemplo la “roca de los sacrificios” de Sabassona, cerca de Vic) (2) y todavía más lejos, la Pedra de las bruixes (Andorra) o la Pedra de Collserola ( cerca del Tibidabo), ya debemos de pensar que existía “algo más” en estos símbolos, y tener la confirmación de éllo, cuando sabemos que también se encuentran en diferentes países europeos (3)

No somos nadie para dea una explicación a estos símbolos, nos falta autoridad académica para ello, pero mientras los que deberían definirse, en este caso los prehistoriadores, sigan lanzando cada cual su propia hipótesis, y ninguna de éllas demostrable, nos vamos a permitir presentar la nuestra, consistente en “pensar” que con la aparición de la cultura megalítica, verdadera “revolución cultural” en gran parte de Europa, y que todavía hoy no se sabe a ciencia cierta de dónde llegó, aunque su origen atlántico ( y no nos referimos en este caso a la hipotética Atlántida) parece casi demostrado, también pudo llegar una primitiva forma de escritura por símbolos, conocida quizá solamente por una casta sacerdotal y elitista ( podríamos hablar de “chamanes” o “mogures”) la cual la dejó grabada en cientos de piedra, guardando un mensaje sagrado o secreto que hoy se nos presenta como un verdadero arcano del pasado. No es casualidad que la mayoría de yacimientos con “rocas grabadas” coincidan con monumentos ( principalmente dólmenes) que se remontan al neolítico, y existe así mismo una extraña “coincidencia”, que nos indica que muchos de estos yacimientos con símbolos grabados desde hace milenios, sirvieron muchos siglos después, como lugar de reunión y celebración, de misterioso cultos, principalmente de reuniones y festividades brujeriles.

Posiblemente brujos y brujas, heterodoxos al fin y al cabo, creyeron o mejor intuyeron, que aquellos extraños grabados hechos en tiempos muy anteriores, guardaban algún tipo de secreto, quizá sobre la “sacralidad” y poder que conservaba el lugar, y los eligieron como punto de reunión para sus ceremonias y fiestas.

Los símbolos siguen allí, por miles, por toda Cataluña, pero también por otras muchas zonas, como la Dordoña y la Bretaña francesas, Irlanda e Inglaterra, por poner solo unos pocos ejemplos, y quizá esperan a que algún día y por casualidad, aparezca una nueva “piedra de Rosetta” que permita descifrar lo que sin duda podría ser la forma de escritura más antigua de la humanidad.

www.editorialbastet.com

 

  • Poblats, dolmens i menhirs (Els grups megalítics de l´Albera, serra de Rodes i cap de Creus) editado por la Diputación de Girona ( 2002). Impresionante libro con cerca de mil páginas y muchas fotografías
  • Gran guía de la Cataluña mágica, ediciones La Espiral. Miguel G. Aracil
  • La pintura rupestre en Catalunya. Ramón Viñas, Elisa Sarriá y Anna Alonso (autoeditado por los autores)

 

 

 

 

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa