En la noche más mágica del año, las brujas y brujos de la Ciudad Condal y del » Pla de Barcelona» se reunían, al igual que en otras fechas esotéricas, en la misteriosa ( todavía hoy y pese al turismo en masa) montaña de Montjuic. En aquellos tiempos llena de ermitas; bosque, minas, cuevas y algún megalito ( se guardan dibujos de un dolmen cerca del castillo)
Concrétamente lo hacían en la Font del Gat ( Fuente del Gato) que, cómo pequeño y arcano homenaje nos recibe con esta escultura.