Cuando sólo quedan los recuerdos.

¿Dónde estáis? Cuando sólo quedan los recuerdos.

Desde los trece años hasta casi los veinte, por estas fechas, a muy pocos días, incluso pocas horas para la Noche Buena, un ex íntimo amigo mío (y expadrino  de mi hija)  y yo  siempre nos sentábamos en la fría piedra de la fuente de la medieval Plaça  Sant Felip Neri, famosa gracias a las novelas del insuperable Carlos Zafont y soñábamos.

En aquel entonces no sabía que estábamos pisando las losas que cubren dos de los cementerios medievales más extraños de Barcelona.

Mi ex íntimo amigo soñaba con ser ingeniero, yo con cursar la carrera militar (oficial de infantería). Eran tiempos de los bachilleres (elemental, superior, las reválidas, el Preu) estudiados de noche y currando de día para ayudar a los padres.

Siempre íbamos al mismo lugar a soñar con un futuro prometedor y lleno de alegrías.

Él no llegó a ingeniero, aunque sí a ser el propietario de una conocida empresa de seguridad en el mundo privado. Y a forrarse (era un currante nato).

El  onírico futuro oficial de infantería se tuvo que conformar con llegar bastante alto en el mundo de los mandos de los Scouts de España-Exploradores de España y, en su momento cambiar el “Todo por la Patria” por el “formar e informar”.

Las armas y las castrenses estrellas  en la manga o la bocamanga por  los blogs, bolígrafos, cámaras de fotografiar y, por suerte (tampoco lo tengo claro) además del periodismo hizo camino en el mundo editorial con una sesentena de libros publicados y mucho mundo recorrido. Y mucho enemigo a las espaldas debido a esa manera peculiar de ser y su incontinencia verbal llamada sinceridad…y su carácter

Se dice que  posteriormente vistió varios uniformes, pero eso forma parte de la leyenda negra, o no,…

Aquellos dos adolescentes  que siempre iban juntos pasaban cada año varias horas allí, en esas fechas concretas, sentados sobre la fría piedra de la fontana, hablando de chavalas (más el “ onírico militar”, al que siempre le gustaron mucho las féminas), de los campamentos, de bucear, pues ambos eran submarinistas ya a esa temprana edad.  Hacían planes para el futuro.

Cuando terminaba la charla, ambos caminaban hasta la por entonces calle General Primo de Rivera, más tarde “carrer Ampla”. Allí,  tras recoger al restos de amigos, todos de la misma cuerda juvenil, uno de ellos “ cuasi hermano adoptivo” desde su nacimiento, recorrían  las tascas y bodegas juveniles, dónde poder beber vino peleón, y buscar camorra con los de la “ceba” ( separatistas ) y, si había suerte, “ligar” con alguna “ Guía de montanya” o “ daines” ( chicas del movimiento escultista catalanista, o sea,  “ los otros”)

Eran tarde-noches en las que, pese a la oscuridad propia del solsticio de invierno, todo era luz para esa pandilla de jóvenes mandos de la A.N.E.D.E (Asociación Nacional de los Exploradores de España). Todos ellos del Poble Sec y del Barrio Chino ( actual Raval).

Hoy, sentado solo, en aquellas familiares  y frías piedras, y siendo las misma fechas he pasado lista a lo que era querido para mí en aquellos años felices.

Padres, amigos. ideales…NO QUEDA casi NADA ( sólo algunos ideales  en un país que  ya no es el mismo).

Muchos, murieron físicamente ( D.E.P.), otros sentimentalmente, que es otro tipo de muerte igual de cruel.

Hoy, a mi lado  y en la misma fuente había una pareja de gays franceses o belgas besándose cariñosamente. He pensado en la estúpida, violenta y punible reacción que yo hubiera tenido en aquellos tiempos  ante esa escena, inimaginable hace 45 años. ¡¡¡Por suerte en eso he cambiado totalmente!!.

En cuando lo demás, he mirado al cielo, dónde sé que sólo hay cuerpos celestes y nada más y, he pasado una imaginaria lista de la gente que quise con locura, cómo mis padres, o mis amigos y camaradas de aquellos tiempos.

Por unos momentos he sentido algo parecido al terror, y no soy precisamente cobarde. NO ME QUEDA NADA ni NADIE de aquellos felices años.

Vivo en un mundo que es muy distinto y para mí peor, que el que conocí en aquellos años felices y llenos de alegrías y sueños.

¡¡¡No es mi mundo!!

¿Dónde está todo aquello?

Tras contemplar las puertas cerradas y abandonadas de aquellas tascas que fueron nuestros enclaves de asueto y quizá cosas peores, aunque juveniles, he decidido regresar a casa. Donde sé que me espera mi esposa, que me quiere (y yo a ella) y mis dos preciosos  gatos, Vlad y Puma.

Casi en la misma puerta de casa he visto un saco de huesos y piel, aunque iba muy abrigado. Era mi ex íntimo amigo, que supongo está en una fase terminal de alguna cruel enfermedad, pues era un cachas musculoso. Vive a unos pocos minutos de mi casa, aunque hace años que tan siquiera nos saludamos

No he sentido pena alguna. Quizá sólo un pensamiento “TODO se termina para todos, más tarde o más temprano”.

 

Tras saludar al empleado de vigilancia del edificio he subido al ascensor pensando  que, todo un mundo, MI MUNDO  de hace décadas, había desaparecido y sólo sobrevive en mis recuerdos en ciertas fechas

Todo termina, nada es infinito, ni el Universo. Por dicha razón es bueno, o tal vez malo, no olvidar esos buenos momentos que tuvimos y nos hicieron felices en otros tiempos.

22 de diciembre del 2017, mientras en la cadena  musical de mi  despacho suena música de Ádamo.

www.miguelaracil.com

 

El autor

Periodista y escritor, mis pasos me han llevado a moverme por el mundo del misterio y de todo lo que tiene dos explicaciones: la ortodoxa y la heterodoxa