Será que este viernes llueve sobre Barcelona y me siento nostálgico o quizá algo filosofo.
Este mes he cumplido 64 tacos Aunque me encuentro muy fuerte. Mejor que muchos chavales de 25.
Hace algo más de tres meses me tuvieron que operar casi de urgencias y me he recuperado al cien por cien. Podía haber sido jodido si salía mal.
Buceo a pelo en el Cap de Creus ( Costa Brava), sin traje de neopreno o doble forro, pues soy casi inmune al frío ( constancia y años de preparación). Practico el » survival» y el » bushcraft». Con un cuchillo, un firesteel, mal llamado pedernal, unos metros de cuerda, mejor paracord, y un cazo me gusta buscarme la vida en el monte.. mejor solo.
Pero a mi edad, mi mayor aspiración es la TRANQUILIDAD.
Algo difícil cada mes para alguien que come de ser freelance del periodismo y se dedica desde hace décadas al muy antipatriótico vicio de escribir y publicar libros. Tengo publicados casi tantos cómo años cumplo. Pero ningún best seller que me haya hecho rico. En ocasiones pienso que, si un super ventas editorial me hubiera de convertir en un ser » divinizado» y que pasa de los amigos, quizá mejor no haberlo escrito jamás.
Hablando de amigos, de éstos tengo pocos. Con una mano los puedo contar y me sobran dedos. De amistades bastantes. De compañeros un mogollón, y de conocidos más que corruptelas en un gobierno tercermundista. Ya escribí un post sobre este mismo tema en este blog.
Por suerte, eso sí, hace años que no tengo cargos de responsabilidad en publicaciones periodísticas o editoriales ( tampoco en el mundo uniformado, del que muchos hablan, pero nadie, sólo yo sé lo que es o no verdad). Eso me aleja de ese tipo de parásitos llamados » lameculos» que tantos he conocido en otros tiempos y tant incordian.
Mi esacasa familia la componen dos especies: la bípeda, o sea mi esposa y mi hija, y la de cuatro patas; hijos y nietos que maullan o que ladran. De la demás, que sin duda la hay, que el Diablo me los aleje, aunque ya lo he hecho yo hace décadas. No creo en las relaciones familiares impuestas. Sólo en las de cariño mutuo.
Ayer sin ir más lejos uno de los hermanos de mi mujer me pidió ¿ amistad? en FB y lo acepté, aunque no nos hablamos desde hace cuatro décadas. Supongo que tenía sueño, pues lo acepté. Hoy mismo lo elimino.
Mi vida social es escasa y cada vez más.
Mi esposa y yo nos hemos impuesto un cupo social consistente en algunas cenas con unos pocos amigos y amistades, y alguna birra con gente de mi especie mastológica.
Observo que a mi edad, y sé que le sucede también a otros, los días, semanas y meses, pasan con una velocidad de ciencia ficción.
Lo bueno es que paso cada vez de más cosas.
Antaño, de joven me pegaba con los » pericos» o los escasos » merengues» que vivían en mi ya ancestral barrio del Poble Sec ( sí, era vecino de Serrat) para defender al Barça. Ya hace años que me la trae al pairo que gane, que pierda o que cambie de nombre el club » culé». Ya no digamos los demás.
Tengo fama de borde, y de allí el nombre de este foro. Pero soy un » borde» legal. De los que ayuda a quién cree que debe hacerlo. Más que mucho que va de » frateli», de solidario y que son más egoistas que la madre que los parió.
Dice una canción de mi exvecino Serrat que, » el Tío Alberto siempre tenía un plato en la mesa para quién lo quisiera». No es mi caso,. Lo tengo para mis amigos o mejores amistades, pero no para cualquiera.
Estoy muy fogueado para hacer el gilipollas.
Me encanta sentarme en ocasiones a birrear con amistades o demás, siempre y cuando no rezen mirando a la meca , sean podemitas o supremacistas en mi propia tierra. Mi incontinencia verbal, antes llamada sinceridad, siempre me ha perdido.
Pero a mi edad ¿ puedo cambiar? Ni puedo ni quiero. Así me hicieron y así soy
Todavía conservo cuatro pilares que son eternos para mi: Mi escasa familia de dos o cuatro patas, la Madre Naturaleza, incluído mi amado Mare Nóstrum al que tan formidablemente cantó mi exvecino Serrat, los animales, eso es sagrado paa mi, y mi cainita y cada vez más desmembrado país, al que amo: Espanya ( lo escribo en catalán, pues es mi idioma materno)
Reciban ustedes un saludo de este hombre que ve pasar las semanas cómo si fueran días…Y es que, cuando la «cosa vital» se termina, todo pasa más rápido.
Sigo escuchando las gotas de lluvia repicar en los cristales de mi despacho, junto a mis gatos y mis libros y con música de Kítaro en la cadena..
Feliz fin de semana. O no, eso ya es cosa de cada cual.